sábado, 27 de febrero de 2016

Técnicas humedas:


 Son aquellas en las que el pigmegnto de color se diluye por un medio acuoso, en esta técnica utilizaremos pinceles. Entre las distintas técnicas podemos destacar el Oleo, la acuarela, la tempera y las pinturas acuarelables




Nosotros hemos empezado probando los lápices acuarelables.
Ahora estamos probando a hacer un retrato con dicha técnica, debido a que hicimos uno con carboncillo.
 Mientras seguimos trabajando distintas técnicas llevamos un trabajo en paralelo, y es el dorado y policromado de una tabla al teple, que consiste en:


                   -  Imprimación:
    Es la capa intermedia entre el soporte y los estratos de pintura. Además de ser la capa mas importante de la tabla por que la protege. Para esto necesitaremos: cola de conejo y yeso.

                      -   Bol
El bol es una sustancia arcillosa que procede de las erosiones de zonas particulares de terreno arcilloso.
Es conocido como “bol de armenio” y se utiliza en trabajos de dorado por sus características para guardar la humedad y así poder acoger las láminas de oro.

Con un pincel de marta extendemos el bol por todas las zonas que posteriormente van a ir doradas o estofadas.
Una vez secas las dos o tres capas de bol hay que bruñirlo con un “perrillo o frotador “ para eliminar los posibles gránulos que, de lo contrario, aparecerían bajo el oro.
Finalmente se da una mano de cola para aislarlo y así, los resultados en cuanto a brillo siempre serán mejores.Dorado al agua:
En primer lugar se preparan todos los materiales necesarios para el dorado: pomazón, cuchillo de dorar, pelonesa, brochas y pinceles, agua-cola y, por supuesto, el librillo con láminas de oro falso.
Preparamos un bote con agua-cola muy floja ( en una proporción de 1 a 10 ), a la que se añaden unas gotas de alcohol para desengrasar.
Se extiende dicha cola con un pincel suave desde arriba hacia abajo y se deja caer la lámina de oro.
Antes, se va cortando la porción de oro que necesitamos en el pomazón con el cuchillo de dorar.
Dorada ya toda la tabla se deja secar durante 24 horas.

                      -  Bruñido
A continuación, con una piedra de ágata se bruñe el oro, poco a poco, con el fin de conseguir una película brillante y perfectamente adherida a la supericie.
Terminada esta operación damos una mano de “ barniz zapón “ con el fin de proteger el oro.

               -  Pintura al temple

Esta técnica pictórica consiste en mezclar el pigmento con el aglutinante que, en este caso, hemos decidido que será la yema de huevo de gallina.
La yema de huevo es la mejor sustancia para esta técnica por su poder mordiente para fijar los pigmentos y por su capacidad de emulsionarse con el agua, aceites y resinas.
La albúmina de la yema se hace insoluble a temperatura ambiente, constituyendo así una capa protectora insoluble y de gran duración.

Antes de comenzar a pintar debemos marcar con un lápiz blando los contornos de nuestro dibujo.
Separamos la yema del resto del huevo para usarla como aglutinante.
En otro recipiente ponemos agua desmineralizada ( para evitar cambios de color que podrían salir si usamos agua del grifo )  y la vamos añadiendo a la mezcla de pigmento y huevo, con el fin de hacerla más fluida.
Es posible que debido a la superficie tan impermeable por el barniz zapón, tengamos que dar más de una capa. Siempre es mejor varias capas muy fluidas que una muy gruesa.

                   -  Estofados
Una vez seca la capa pictórica, procedemos a la realización de estofados ayudándonos de cualquier utensilio simple, puntiagudo ( como puede ser un palillo o alfiler ) y vamos dejando a la vista el oro en las zonas que queramos resaltar.

                    -  Barnizado

Sobre la capa pictórica se aplica una mano de barniz zapón con el fin de protegerla.
Hay que tener mucho cuidado para no arrastrar la pintura con el paso del pincel.

                     -  Pátina
Se puede optar por aplicar una pátina a la obra con la intención de otorgarle un cierto carácter de antigüedad e imitar así el modelo del que partimos.
Podemos hacerlo con Betún de Judea disuelto en aguarrás, extendiéndolo con un pincel y mucha precación.


Nosotros aún tenemos que ponerle el bol. Este trabajo es muy largo y costoso pero merecerá la pena.